Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12104/94373
Título: Doubtful cause and knowledge: the insinuations of Simone de Beauvoir and John Milton
Causa dudosa y conocimiento: las insinuaciones de Simone de Beauvoir y de John Milton
Editorial: Quadripartita Ratio
Quadripartita Ratio
Descripción: A taxonomic criterion of  the genera causaum  of rhetorics refers to the degree of defensibility of the cause,  establishing a series of possibilities ranging from the easiest causes to defend to the most difficult: the first is the so-called “honest cause”, which in no way contradicts the common sense of the audience; whereas, at the opposite pole,  the “admirablecause” would defend the indefensible, confronting widespread opinion. Between both is the “dubious cause”: “as if accusing or defending an adulterer who killed the tyrant,” Nebrija writes. Defending the indefensible is frequent matter on the history of literature (from Socrates’ apologies to those of Flaubert, Baudelaire, Wilde, Joyce, or Cuesta); however, it is not frequent to use a two-faced reasoning for this defense, such as the constitution of a dubious cause. Here I will to present the conclusions of an approach to the constitution of dubious causes in two defenses of paradigmatic criminals: the Simone de Beauvoir’s defense of Marquis de Sade in Should Sade be burned?, and the John Milton's defense of Satan in Paradise Lost; both mean intellectual procedures with epistemological roots; because here doubt is, as Descartes wanted, a principle of knowledge as well as a rhetorical tool.
Un criterio taxonómico de los genera causarum de la retórica refiere al grado de defendibilidad de la causa, estableciendo una serie de posibilidades que van desde las causas más fáciles de defender a las más difíciles: la primera es la llamada “causa honesta”, que en nada contradice el sentido común del auditorio; mientras que, en el polo opuesto, la “causa admirable” defendería lo indefendible, confrontando la opinión generalizada. Entre ambas se encuentra la “causa dudosa”: “como si se acusa o se defiende a un adúltero que dio muerte al tirano”, escribe Nebrija. Defender lo indefendible no es asunto ajeno a la historia de la literatura (desde las apologías de Sócrates a las de Flaubert, Baudelaire, Wilde, Joyce o Cuesta); sin embargo, no parece frecuente que para dicha defensa se acuda a razonamientos bifrontes como los que supone la constitución de una causa dudosa. Aquí expongo los resultados de una aproximación a la constitución de causas dudosas en dos defensas de criminales paradigmáticos: la que del Marqués de Sade hace Simone de Beauvoir en ¿Hay que quemar a Sade? y la que de su propia causa hace Satanás en Paradise lost de John Milton; en ambos casos estamos frente a operaciones intelectuales de raíz epistemológica; porque aquí la duda es, como quería Descartes, principio de conocimiento además de herramienta retórica.
URI: https://hdl.handle.net/20.500.12104/94373
Otros identificadores: http://quadripartitaratio.cucsh.udg.mx/index.php/QR/article/view/129
10.32870/qr.v7i13.129
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