Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: https://hdl.handle.net/20.500.12104/82004
Título: Condiciones de los investigadores en ciencias sociales para la generación y uso social del conocimiento del CUCEA de la Universidad de Guadalajara
Otros títulos: Condiciones de los investigadores en ciencias sociales para la generación y uso social del conocimiento del CUCEA de la Universidad de Guadalajara
Autor: Herrara Vázquez, Claudia Guadalupe
Asesor: Pérez Mora, Ricardo
Barona Ríos, César
García Ponce De León, Omar
García, Oscar Felipe
Palabras clave: Conocimiento
Fecha de titulación: 30-oct-2017
Editorial: Biblioteca Digital wdg.biblio
Universidad de Guadalajara
Resumen: La problemática que se eligió en el presente trabajo fue interesante y atractiva, debido a que no se ha profundizado en cuáles son las condiciones que impone la institución, el cuerpo académico y la política pública a los investigadores en el área de ciencias sociales para la generación y el uso social del conocimiento. Una limitante en el camino fue en el sentido de que es difícil encontrar en el campo de las ciencias sociales investigadores que generen conocimiento con la final de darle un uso útil, por lo cual se optó en indagar cuáles individuos si contaban con esta condición y se contactó con ellos con la intención de conocer sus percepciones y argumentaciones para sustentar este trabajo. La entrevista semi estructurada como técnica permitió identificar las diferentes opiniones que concedieron los informantes estudiados. Es preciso mencionar que todos los investigadores se encuentran involucrados en una dinámica de trabajo enmarcada por los cánones de la profesión académica, que implica normas y reglas bajo el techo de una institución universitaria, donde se conjugan sus acciones orientadas en la práctica de su trabajo y se entrecruzan con aquellas dinámicas que establecen las políticas públicas a través del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep) y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Una reflexión sobre la generación y uso social del conocimiento, es que en las investigaciones realizadas por los académicos se ven cercanas de obtener un impacto real, siempre con la finalidad de buscar y dar una solución a las problemáticas que se enfrentan según en las comunidades donde fueron elaboradas. Por otro lado, realizar investigación útil y la presión por producir se han vuelto elemento que genera una tensión en los académicos. Por una parte, el docente empieza a identificar que la tarea de investigar y producir o generar conocimiento a través de artículos o libros le ofrece mejores satisfacciones y reconocimiento que buscar aplicaciones útiles de ese conocimiento. Por otro lado, la misma docencia ha sido cada vez más desvalorada, debido a que programas de estímulos como el Prodep y el SNI valoran más los productos de investigación que el quehacer docente. Otra limitación para la generación y uso social del conocimiento es la falta de recursos. Ellos aseguran que en la universidad donde laboran son pocos los recursos que están destinados, además de favorecer a unos cuantos, haciendo más complicada la labor para aquellos que no pertenecen a estos grupos, pero si se les exige trabajar bajo este concepto perdiendo su área de oportunidad. Hay que mencionar además que la reducción de los fondos destinados a la investigación, sobre todo en la universidad, ha provocado que los investigadores opten por conseguir financiación por otras vías generando proyectos independientes en diferentes sectores de la sociedad. Habría que decir también que, debido a los recursos tardíos en la institución, los investigadores optan por financiar de sus propios ingresos económicos su labor de investigación. En veinte años de la implementación del Prodep se perciben cambios en la cultura laboral de las universidades. Por un lado, la planta docente está más especializada pues el gobierno ha hecho un esfuerzo a través de la Dirección de Superación Académica (DSA) para apoyar a los docentes que no cuentan con la habilitación máxima, esto ha generado un cambio en los indicadores institucionales. No obstante, el programa no ha puesto el interés requerido en la generación del conocimiento que producen los investigadores con un valor útil para el entorno social. Por lo que se refiere a los cuerpos académicos generan conocimiento y el desarrollo de esa producción ha permitido que los investigadores obtengan el status más alto entre los demás grupos; sin embargo, la realidad determina otros aspectos. Por una parte, el trabajo colegiado que se realiza al interior de los cuerpos académicos no siempre es el que permite la realización de la investigación, ya que muchos de los productos obtenidos son de forma individual, los cuáles después incorporan a los demás miembros del equipo con la finalidad de obtener el valor de CA. En este sentido se puede decir que existe simulación en la cual los investigadores advierten que laboran de una manera y en la realidad efectívamente sí trabajan, pero de forma diferente a la que reportan. Con respecto a los académicos han establecido estrategias para acceder a los recursos asociados a los programas, lo que ha originado prácticas de simulación y productivismo en procesos de un trabajo que no es visto como colaborativo, sino individual. Por lo que se refiere a la burocracia de Prodep se exige que llenen interminables formatos para verificar el cumplimiento de varios requisitos entre ellos publicaciones y participaciones en congresos, seminarios que solicita dicho programa. Esto consume el tiempo de los investigadores, en lugar de dedicarlo a realizar investigaciones enfocadas con el entorno social. En relación con integrantes que pertenecen a cuerpos académicos existe una fricción, debido a que existe una heterogeneidad entre las disciplinas del conocimiento lo que imposibilita un trabajo en equipo y colaborativo en pro de la investigación social. A manera de síntesis, el juego de los cuerpos académicos ha representado para los académicos procurar el cumplimiento de las reglas establecidas. No obstante, al ser estás amplias, les ha dado la posibilidad de adoptar o generar formas de trabajo que aseguren su estabilidad laboral. Por otra parte, se puede apreciar cómo la dinámica de sus funciones ha sido modificada por esta política. Por otro lado, no necesariamente significa que las investigaciones que generan los académicos sean de calidad o tengan algún uso útil en el plano social. Al mismo tiempo el incentivo ha respondido más a la necesidad de retener y mejorar las condiciones salariales y de trabajo de los investigadores, más que contribuir en la generación y uso social del conocimiento con el propósito de que contribuyan en el desarrollo y la competitividad del país. En cuanto al SNI ha otorgado reconocimiento a las investigaciones, fomenta el trabajo académico y apoya con el incentivo económico mensualmente, sin embargo al ofrecer incentivos sobre número de publicaciones, el sistema incita al trabajo individual y no fomenta la creación de grupo o redes colectivas. Por otro lado, los criterios de evaluación que maneja el SNI corren el riesgo de propiciar que los investigadores se enfoquen en cumplir los requisitos de cantidad, especialmente porque el apoyo económico constituye gran parte de su salario. El estímulo económico que otorga el SNI se ha convertido en una parte más del salario de los investigadores, porque quizá no hay razón para que las universidades lo incrementen si el SNI lo complementa. No constituye un incentivo o gratificación al buen desempeño, sino una necesidad económica que los inscritos en el sistema no pueden darse el lujo de perder. A su vez existe la posibilidad de que los investigadores se encuentren en la línea de productivismo, lo cual determinará que no se involucren en investigaciones exitosas a largo plazo, porque no les permitiría cubrir la cantidad de publicaciones solicitadas para mantener su nivel en el sistema. Es preciso mencionar que una primera dificultad que se describe en la generación y uso social del conocimiento es la ambigüedad y la resistencia. Muchos investigadores han argumentado que la resistencia para cumplir estas actividades es alimentada por la ambigüedad de los programas por un lado el SNI que pide en sus lineamientos investigaciones individuales y por el otro el PRODEP que dicta en su reglamento productos colectivos. En el caso de la política pública y la institución, existe una desarticulación profunda respecto a lo que establece la agenda gubernamental y lo que se pide en materia de investigación a las universidades en diferentes temas sociales, esto aqueja a los académicos quienes se ven inmersos en diálogos interdependientes. Por un lado, la política que pide ciertos requerimientos para la investigación y por otro, la institución que involucra variados tópicos para el académico, a raíz de esto el investigador debe seguir sus instintos en la toma de decisiones para lograr generar conocimiento con valor útil en la resolución de las problemáticas que aquejan al país. Hace faltan muchos aspectos a considerar para un diseño más eficiente y eficaz de la política pública. Existe una falta de conocimiento sobre la realidad de los académicos mexicanos queda un tanto exhibida en la presente tesis cuando los investigadores denuncian deficiencias e incongruencias del Prodep y el SNI al señalarlas como políticas fomentadoras de individualismo, simulación y burocratismo y de ser interdependientes del trabajo colaborativo, transdisciplinar y relacionado con la generación y uso social del conocimiento de acuerdo a las demandas sociales. Los autores revisados en el marco teórico ayudaron a reflexionar la ciencia de una manera muy diferente a como lo está impulsando la política, una ciencia que se va construyendo por la afinidad de los investigaciones en una vocación hacia una disciplina, aunque continuamente se pelean con su propia disciplina hacia una nueva forma de competir por mayores herramientas académicas por un prestigio, porque los citen en publicaciones académicas, por tener su propia verdad y buscar convencer al otro. Por otro lado, lo que está generando la política es algo mucho más burocrático dentro de la institución, cerrada a reglas irracionales burocráticas y no permite esa libertad o flexibilidad a los académicos para trabajar con quien deseen, no existe una congruencia en sus procedimientos. Es decir, todo lo contrario al discurso oficial que ofrece a sus programas. No obstante, estas investigaciones no serán útiles si no se toman en cuenta para reflexionar y transformar las políticas públicas para que sean verdaderos instrumentos para la resolución de los problemas que aquejan a nuestra sociedad.
URI: https://hdl.handle.net/20.500.12104/82004
https://wdg.biblio.udg.mx
Programa educativo: Maestría en Gestión y Políticas de la Educación Superior
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