CORRELACIÓN DE LA SEVERIDAD DE LOS SÍNTOMAS MOTORES AXIALES EN RELACIÓN CON LA FRECUENCIA DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES EN PACIENTES CON ENFERMEDAD DE PARKINSON

Abstract

La enfermedad de Parkinson es una entidad nosológica neurodegenerativa, progresiva que conlleva altos costos de tratamiento en el sector salud y una alta carga de discapacidad para el paciente que la sufre, así como un alto nivel de estrés en la familia y cuidadores de este. La severidad de la enfermedad no solo conlleva un riesgo significativo de complicaciones tales como caídas, sino que también implica la presencia de alteraciones de índole cognitiva y metabólica que usualmente pasan desapercibidas al momento de la valoración del estado del paciente y pueden llegar a ser incluso más discapacitantes que la sintomatología motora y pueden actuar como agravantes de esta. La detección temprana de algunos síntomas no motores que estén asociados al deterioro motor de la enfermedad con la aparición de síntomas axiales puede ser un indicador para ser más intensivos en implementar medidas generales y farmacológicas en los pacientes que impacten en la prolongación de la aparición y de las complicaciones asociadas a los síntomas axiales de la enfermedad de Parkinson.

La prevalencia en nuestro medio en pacientes de 65 a 90 años oscila en el 3% en este grupo de edad, la ausencia de estudios que relacionen la presencia de síntomas no motores con la severidad de los síntomas motores axiales, limita las acciones preventivas encaminadas a disminuir la morbimortalidad por parte de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

Actualmente la enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa en frecuencia después de la enfermedad de Alzheimer y representa un grave problema de salud pública debido al sufrimiento que infringe sobre los pacientes que la padecen, sus familiares y cuidadores; esto es debido a la discapacidad que producen los síntomas motores de la enfermedad, particularmente los síntomas axiales y a la amplia gama de sintomatología no motora asociada a esta enfermedad. Por desgracia no existen biomarcadores específicos que ayuden al diagnóstico y a la valoración de la progresión de esta enfermedad. Siendo en su lugar las escalas clínicas como la UPDSR en todos sus apartados los estándares para determinar la severidad de la enfermedad. Por otro lado, los síntomas no motores pueden preceder a los motores por más de 10 años agravarse con el paso del tiempo y ser más discapacitantes que los síntomas motores que responden al manejo médico. Datos inequívocos de la progresión de la enfermedad es la aparición de síntomas axiales y nosotros consideramos que pudiera existir una relación en la presencia de algunos síntomas no motores con síntomas axiales que pudieran ayudar a predecir en etapas más tempranas la probabilidad de agravamiento de la enfermedad. En nuestro conocimiento no existen estudios que hayan asociado síntomas no motores específicos con síntomas axiales o su gravedad como marcadores clínicos de progresión de la enfermedad. Por lo tanto, se propone la realización de un estudio que nos permita identificar si existe relación entre la severidad de la sintomatología motora axial y la presencia de síntomas no motores específicos o su frecuencia y cuáles de estos tienen una mayor prevalencia.