“PROPUESTA DE DISEÑO DE UN REPOSITORIO DIGITAL DE INICIATIVAS DE ACCESO A LOS LIBROS EN MÉXICO DENTRO DEL OBSERVATORIO DE LECTURA, ESCRITURA Y LITERACIDAD DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA”

Abstract

Al vernos de frente a un desafío fundamental: cómo llevar textos a los millones de personas que no tienen, vale la pena volver a observar el contexto en el que suceden todos estos esfuerzos que han tratado de solventar una situación crucial en el desarrollo de la sociedad mundial, el acceso a los libros. Afortunadamente, la aparición de Internet ha contribuido de cierta manera, acelerando la difusión de información y, en muchos casos, democratizado el acceso a ella. Hoy en día, gracias a Internet, incluso los teléfonos celulares menos costosos permiten leer libros. Con la irrupción de nuevos soportes que permiten la distribución de material de lectura, se ha caído en un optimismo ingenuo, si bien ha ayudado a disminuir algunas brechas entre quienes leen y quienes no tienen acceso a materiales de lectura, permanecen vigentes la brecha económica y la digital en sectores sociales, grupos de edad y género que aún no acceden a la tecnología. Es así que, sin la lectura, sin la escritura y sin el acceso a los libros, difícilmente se puede aspirar al desarrollo integral de nuestra sociedad. El interés por conocer cómo se practica la lectura, cómo se forman los lectores, la manera en cómo se vive la lectura y la escritura no es algo nuevo. Para el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) desde el año 2014 en la última aplicación de su metodología que utiliza para explorar y medir el comportamiento lector, se ha puesto en el debate conceptualizaciones que describen la evolución del comportamiento lector, y se ha exhibido la falta de evaluación al impacto que han tenido las políticas públicas recientes en los países de acuerdo a como es que se ha reforzado la lectura con planes nacionales, el acceso a la lectura, el equipamiento de bibliotecas públicas, la integración de mediadores, entre algunos otros, en espacios que son tradicionales como los que son no convencionales, para los distintos tipos de población, infantes, escolares o adultos (CERLALC, 2014). Cuestión que acertadamente Lahire, (2005), advierte que se trata de un reto nada fácil debido a que el análisis y la medición de prácticas lectoras suelen ser subjetivas.