La violencia de género en el Taekwondo olímpico mexicano: Cuerpo, formas y combate

Abstract

La mujer en el deporte mexicano se mueve en una estructura que responde a los mandatos y reglas de una comunidad que ha interiorizado el machismo. No es por una situación individual que la participación de las mujeres mexicanas en el espacio deportivo esté tan limitada. Las cuestiones que detienen o impulsan su carrera deportiva son cuestiones estructurales relacionadas con el sistema sexo-género, el estatus corporal, la feminidad y la masculinidad. En este sentido, el espacio deportivo ofrece una excelente oportunidad para la observación de las relaciones de género delimitadas en tiempo, espacio y normas establecidas. El problema que aborda esta investigación es la violencia de género en el espacio deportivo olímpico mexicano. En este espacio predomina una cultura heteronormativa que excluye a los cuerpos-sujetos no masculinizados. Este orden institucional está configurado con base en el estatus corporal dado por el sexo-género, la sexualidad, la clase y la raza, donde lo masculino, lo blanco, lo alto y lo norte-occidental es valorado como más importante. No obstante, dentro de este sistema de estatus corporal en el deporte, la comunidad más afectada son las mujeres debido a los valores relacionados con la feminidad y a los prejuicios sociales de superioridad física de los hombres. Para posibilitar el estudio del espacio deportivo, he elegido un deporte culturalmente asociado a la masculinidad: el Taekwondo. Esto con el supuesto de que las relaciones de género marcadas por el machismo serán más evidentes. Además en el deporte del Taekwondo existen dos espacios (modalidades deportivas) creadas para el desenvolvimiento efectivo de la masculinidad y de la feminidad: el combate y las formas. Esta división competitiva se legitima en la creencia de que, por no haber contacto físico en la especialidad de formas, su práctica es más adecuada para las mujeres. Esta información es importante para la investigación ya que en el Taekwondo se legitima mediante la existencia de dos especialidades deportivas la división cultural binaria de la masculinidad y la feminidad. Esto significa que en un mismo deporte se puede observar la lógica genérica de división de las actividades sociales desde los supuestos de lo considerado propio para hombres y mujeres, los roles y los gestos adecuados o no en un sistema masculinizado. En este deporte, es posible observar el desenvolvimiento de los cuerpos-sujetos en arenas sociales fuertemente delimitadas por normas y espacios masculinizados previamente configurados