Efecto antimicrobiano de extractos semipurificados obtenidos de la raíz de Argemone ochroleuca

Abstract

El organismo humano está habitado por miles de especies microbianas distintas; esta interacción puede producir desde una relación simbiótica, hasta la aparición de una enfermedad infecciosa interrumpiendo las funciones de algún órgano del huésped. En los pacientes inmunosuprimidos, las bacterias comensales que forman parte de la flora normal de la piel, del tubo digestivo, o incluso las bacterias del medio ambiente, pueden producir una infección oportunista (63, 99). En la mayoría de los casos, la enfermedad puede desencadenarse debido a los efectos tóxicos de los productos bacterianos, o bien a la invasión de regiones corporales que por naturaleza suelen ser estériles, como es el caso del líquido cefalorraquídeo. Entre los principales agentes patógenos implicados en las enfermedades infecciosas se encuentran Staphylococcus aureus, que presenta la capacidad de producir toxinas induciendo el síndrome del shock tóxico (18, 40); Escherichia coli enterohemorrágica (ECEH) serotipo O157:H7, que produce toxinas conocidas como verotoxinas o toxinas de Shiga ocasionando daños al epitelio intestinal y a las células endoteliales glomerulares (47, 110); y Pseudomonas aeruginosa, que coloniza predominantemente partes dañadas del organismo, como quemaduras y heridas quirúrgicas; es de gran relevancia en el ámbito hospitalario afectando principalmente a pacientes inmunosuprimidos (27, 75). Para el tratamiento de enfermedades infecciosas, la introducción de los agentes antimicrobianos ha contribuido decisivamente a mejorar la duración y calidad de vida del ser humano, sin embargo, también es cierto que su uso inadecuado tiene importantes consecuencias adversas para la salud y además contribuye al desarrollo de resistencia bacteriana, la cual reduce la efectividad de tratamientos establecidos e incrementa los gastos y la mortalidad por enfermedades infecciosas (22, 35, 67, 68, 70).